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Almas alimentadas

martes, 27 de septiembre de 2016

6102/90/72


Foto por Florencia Charadía (Urdinarain)

   A la gente no le interesa la poesía, no le interesa leer, no le interesan las fotos, no le interesa la pintura, nada del arte les interesa. Le interesa tener sexo, mucho sexo, con quien pueda y van a correr atrás de un culo antes que un libro, una pintura, o una foto.

   A algunos de esos que le gusta tener sexo, les gusta sentirse queridos por alguien que no sabe ni como se llama. Por eso, no te gastes en escribir cosas lindas, ni para nadie, a la gente no le importa qué tan bien puede convivir uno con uno mismo leyendo, qué tanto se puede seguir sufriendo sin conocer que otros lo han plasmado en los libros. A la gente no le importa eso, nada de lo que a vos te pasa le interesa, sólo están ahí por arte de magia, preparados para ignorar lo que a tu cabeza rodea todas las noches sin dejarte dormir bien. No te gastes en dibujar queriendo explicar algo importante, la gente no esta acá para eso. No te gastes en sacar lindas fotos, la gente las ve y después se olvida, de todo se olvida.

   Y toda esa gente que no se ve interesada en el arte, busca algo, pero no lo dicen, porque sí lo dicen bajan la retaguardia, pero lo que buscan es lo que todos buscamos al fin, sentirnos queridos; a alguien con quien reír; alguien con quién llorar y sentirse el dueño del mundo sin olvidarse que al mismo mundo lo crean los restantes.

   Por eso, de nada vale invertir tu tiempo en el arte, porque a nadie le interesa, porque si así lo haces, te vas a pasar el resto de tu vida sin tener sexo (el mal sexo, mejor dicho). Así como a la gente no le interesa el arte, a mí no me interesa que leas esto con seriedad, porque es una gran mentira. 


   El arte, es lo único que nos restablece. 



martes, 20 de septiembre de 2016

6102/90/02



   ¿A qué le vamos a dar vida sin superar la duda?
Yo voy a conquistar el mundo, les decía, y no me creían. Ellos pensaban que hablaba del verdadero, yo les hablé del mío. El más importante para cada uno, después de ahí, uno conquista lo que se le ocurra. Sólo basta moverse y un par de lentes para el sol. Quizá un cuaderno, donde anotar las fallas. Quizá también un amor, en donde depositar la cobardía. (¡Pero qué estoy diciendo! ¡Es obvio que necesitamos esas dos cosas!)

   Necesito hablar de algo nuevo, ser positivo ya me esta cansado, no puedo describir cómo me siento, un hombre no debería ser así. Es la maldita mala suerte. Yo un tiempo conquisté todo lo que quise, después entendí que no me sirvió de nada, y decidí abandonar mi cuerpo y estancarlo acá, en este infierno. A veces nos vamos, sin darnos cuenta que la vuelta será aún más difícil de soportar. En fin... Lo importante es comprender... 
Ya veo, todo este tiempo… El problema... La solución... Los motivos... Las oportunidades... He sido yo... Quién se ha puesto a pelear verdaderamente con el que se tiene que pelear uno, si quiere conseguir un buen resultado. Nada ni nadie puede sentir qué es lo que falta cuando hay tanta miseria en los bolsillos. ¿Quién va a venir a decirnos qué conviene elegir? ¿Cuánto arriesgar? ¿Cuándo dejar de esperar a que el viento cambie? Necesito fumarme un cigarrillo, no soy fumador, pero a ellos les calma, yo también quiero estar calmado. Qué ironía, siempre digo que todo es psicológico, y acá me ves, queriendo fumar cuando ni lo necesito. Mejor me voy a dar una vuelta caminando. Después de todo, el movimiento es lo único que cuenta.

martes, 13 de septiembre de 2016

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Foto por Florencia Charadía (Urdinarrain)


   Bienvenido al mundo, en dónde las lágrimas no mojarán, quedarán estampadas; dónde todo lo que las personas hagan y digan, serán innecesarias. Y a pesar de todo lo que podamos llegar a ver con el sol, lo que inventaremos en la mañana siguiente a las noches perturbadoras, y los pecados aparezcan derramados al instante, dejándolos a la espera en cualquier ocasión que nos tranquilice. Nos sentaremos, y de la nada, nos sorprenderemos con la vitalidad de sentirnos parte de el mundo que queramos formar.


   Necesitaremos tanto la tranquilidad del espacio, como el desorden de nuestra cabeza, para que de a poco a las ideas nos inciten a perdernos adentro, dándole forma.


   Serán los años y el rompecabezas de las noches insaciables, de emociones anestesiadas, lo que no nos dejará seguir contando cuánta falta nos hará tener a quién contarle nuestros más pesados temores. Bastará decir un simple "hola" para comenzar la construcción. No sólo será una fuente de energía, va a ser mucho más de lo que podamos ver. Sobrará imaginación, y carecerá de sentido todo punto de vista, acercándose la magia y el descarte óptimo de toda vibración que no genere nuestra risa.     

   Podría haber mundo dañino si no somos capaces de escapar de vez en cuando, y no abandonar, sino relajar un poco los límites que nos pongamos en la continuidad sin querer, en el olvido y el desapego con la vida.

   Si bien, en un solo mundo no se podrá vivir, porque de por sí existirán dos, la soledad es el segundo, el primero sos vos. Elegí a cual invertirle más tiempo.  

 

miércoles, 7 de septiembre de 2016

6102/90/70


Foto por Florencia Charadía (Urdinarrain)



   Mirar no es mirar, si en tal acto no entramos en la profundidad del otro. No hay manera de errar. No existe equivalencia con ninguna otra manera de describir cómo somos con las personas cuando miramos y no nos dejamos atravesar por esa línea infinita, 
y toda la credibilidad esporádica de las personas al caerse olvidados en el medio de un puente o en la barra de un bar. Todo se pasa de largo, a eso lo sabemos, pero el clic del momento en que pasa, nos da vuelta de una trompada a cara fría, con la mano congelada reventándonos la sien. Quedamos parados sin poder pensar, obstaculizados por miles de demonios que ni siquiera sabemos si existen o es una falta de naturalidad con nosotros mismos.

   Despertemos, siempre y cuando al hacerlo no arrastremos los pies, y veamos qué linda transformación ocurre al mirar adentro de otro en ese universo infinito, en esa cárcel tantas veces. Aprendiendo cada tanto sin obligaciones, que sino, no es aprender.

   Revolvamos al que sea, y saquemos la miseria afuera. La relatividad no surge por sí sola, nosotros la creamos, es una alusión que provoca a veces enojo; por eso existe el olvido, por dejar de mirar con profundidad lo que le resta a cada uno y no ponerse en previo aviso y actuación de la manera que corresponde logrando al fin la calma, esa paz que tanto se busca y se pierde en un segundo de ira, sin mirar cómo realmente podemos. 



lunes, 5 de septiembre de 2016

6102/90/50

"Pink Floyd - The division bell"
Foto tomada en el Teatro Municipal de la Ciudad de Macia. 


   De un día a otro se nos cae todo al suelo, vemos las cosas, los pedazos del alma reflejada en los recuerdos, y sin darnos cuenta, nos alteramos. Somos nuestros propios perseguidores, nuestros propios asesinos. No nos soltamos ni dejamos de mirarnos en los pedazos que ya no sirven para nada (aunque están en el suelo, algo significan). Eso es, se nos fue de las manos y afirmamos jamás pasaría. Nos pegamos solos, nos confundimos y terminamos en el laberinto de nuestro propio universo, mirando desesperadamente hacia los costados para ver quién nos espera y estamos solos. Quizá era un juguete, nuestro juguete, el de alguien más, que tenía tiempo para cuidarlo. 



   
Qué fácil es vivir y darse cuenta que no importa cuantas veces podamos comprar el juguete, ya no somos los mismos y se nos pasó lo que debíamos mantener vivo. El juguete tampoco es el mismo, no consiguió con quien reponerse, se bajó del estante por culpa del tiempo —quien nos llevó a dejarlo caer—. 


   
Él nos mira, todavía nos recuerda, somos los mismos de nuevo. Juntamos los pedazos, tiembla el cielo. Buscamos quién nos cure y no somos capaces de admitir lo que padecemos.